Rate top gamesCreo que muchas veces se tiende a olvidar lo verdaderamente abstractos que solían ser los videojuegos en sus inicios. No voy a ser el tío regañón que les diga "en mich tiempoch no teníamoch grandech gráficoch" pero les invito a que apreciemos lo bello y abstracto que es Adventure de Atari 2600 y cómo hemos avanzado desde entonces.
Es 1979. Los videojuegos están en pañales, los conceptos más comunes son navecitas disparando a cosas, palitos pegándole a cuadritos y ni siquiera existe Pac Man aún. De pronto aparece Adventure, un juego con un dragón en la portada y uno de los primeros intentos en agregarle profundidad a esta nueva forma de entretenimiento. Yo ni estaba vivo en esta época y no supe ni qué eran los videojuegos sino hasta una navidad que mi primo me regaló su Atari 2600 y todos sus cartuchos por ahí de 1989. Pero si para mí que llegué tarde a esta fiesta me resultó muy impactante, no puedo imaginar a la gente que lo vivió en su año.
En Adventure manejas a un cuadrito de colores, top 1 de los héroes de la historia de los videojuegos. ¿Mario quién? El objetivo es navegar un mundo abierto (para 1979) lleno de laberintos que oculta un cáliz mágico y tu objetivo es encontrarlo y llevarlo de vuelta a tu castillo, teniendo cuidado de los dragones que están al asecho. . Una odisea tan clásica como la que nos contó el juglar Ricky Martin en La Copa de la Vida.
Hay varios items que te pueden ayudar, como una espada (que parece una flecha), llaves que abren puertas (como acostumbran las llaves, esas pillas) y una cosa que ni sabría describir que te ayuda a atravesar paredes. Hay varios niveles de dificultad que agregan complicaciones como hacer los laberintos invisibles y la partida acaba cuando llegas con el cáliz a tu castillo o cuando te come algún dragón (puedes ver claramente al cuadrito en su pancita pixeleada <3).
Va a sonar cursi, pero ningún juego de su época incitaba tanto a usar la imaginación. Tu mismo avatar en el juego es un cuadrito, lo que significa que puede ser exactamente lo que tu quieras (hombre, blanco, heterosexual, cisgénero, ¡tu imaginación es el límite!) y si eras un niño tan ñoño como yo, es probable que te imaginaras una historia diferente cada partida. Es la magia del Atari para ustedes.
Evidentemente hay pocas razones para volver a jugar Adventure en 2018 más allá de la nostalgia o el interés en descubrir la historia de los videojuegos de primera mano. Pero al menos para mí, nadie me ha representado en un videojuego tanto como ese cuadrito de colores.
Es 1979. Los videojuegos están en pañales, los conceptos más comunes son navecitas disparando a cosas, palitos pegándole a cuadritos y ni siquiera existe Pac Man aún. De pronto aparece Adventure, un juego con un dragón en la portada y uno de los primeros intentos en agregarle profundidad a esta nueva forma de entretenimiento. Yo ni estaba vivo en esta época y no supe ni qué eran los videojuegos sino hasta una navidad que mi primo me regaló su Atari 2600 y todos sus cartuchos por ahí de 1989. Pero si para mí que llegué tarde a esta fiesta me resultó muy impactante, no puedo imaginar a la gente que lo vivió en su año.
En Adventure manejas a un cuadrito de colores, top 1 de los héroes de la historia de los videojuegos. ¿Mario quién? El objetivo es navegar un mundo abierto (para 1979) lleno de laberintos que oculta un cáliz mágico y tu objetivo es encontrarlo y llevarlo de vuelta a tu castillo, teniendo cuidado de los dragones que están al asecho. . Una odisea tan clásica como la que nos contó el juglar Ricky Martin en La Copa de la Vida.
Hay varios items que te pueden ayudar, como una espada (que parece una flecha), llaves que abren puertas (como acostumbran las llaves, esas pillas) y una cosa que ni sabría describir que te ayuda a atravesar paredes. Hay varios niveles de dificultad que agregan complicaciones como hacer los laberintos invisibles y la partida acaba cuando llegas con el cáliz a tu castillo o cuando te come algún dragón (puedes ver claramente al cuadrito en su pancita pixeleada <3).
Va a sonar cursi, pero ningún juego de su época incitaba tanto a usar la imaginación. Tu mismo avatar en el juego es un cuadrito, lo que significa que puede ser exactamente lo que tu quieras (hombre, blanco, heterosexual, cisgénero, ¡tu imaginación es el límite!) y si eras un niño tan ñoño como yo, es probable que te imaginaras una historia diferente cada partida. Es la magia del Atari para ustedes.
Evidentemente hay pocas razones para volver a jugar Adventure en 2018 más allá de la nostalgia o el interés en descubrir la historia de los videojuegos de primera mano. Pero al menos para mí, nadie me ha representado en un videojuego tanto como ese cuadrito de colores.